Es verdad que la publicación del pensamiento, de las ideas y opiniones, antes reservada a determinadas élites intelectuales o artísticas, desde hace unos años se ha democratizado, posibilitando a la mayoría, tanto la expresión como la difusión de estas manifestaciones y, cómo no, el acceso a lo publicado por otros. Se trata de un avance decidido hacia la libre circulación de la información.
Algunas de estas posibilidades ya las facilitaban desde los primeros años de Internet numerosas Web, que permitían difundir nuestras propuestas culturales y artísticas a través de foros y otros sitios de acceso gratuito. Sin embargo, en este último quinquenio se han multiplicado hasta el extremo tales oportunidades gracias, entre otras herramientas de la web social, a los denominados weblogs.
Ya sé que todos saben de esto, pero no viene mal delimitar. Un Weblog (conjunción de las expresiones web –red- y log –poner en el diario), denominado habitualmente por su diminutivo, Blog, sería traducido en español por Bitácora. El cuaderno de bitácora, en navegación, es el “libro en que se apunta el rumbo, velocidad, maniobras y demás accidentes de la navegación”. Así, cuando este libro lo referimos al navegante del ciberespacio lo podemos considerar como el texto en el que éste va relatando los lugares que visita, sus relaciones con el contexto y las personas, así como las impresiones y sentimientos que le produce esta navegación.
Dentro de los millones de blogs existentes en el mundo, como suele acontecer con otros contenidos en Internet, la inmensa mayoría de ellos consisten en informaciones o propuestas irrelevantes o insustanciales, o peor, despreciables, indignas o poco recomendables. Por otra parte, muchos de los blogs que nacen, se observa que transcurrido un tiempo dejan de actualizarse por lo que pierden parte de su virtualidad. A pesar de todo esto, nos encontramos, probablemente, ante una colosal alternativa democrática para la información y expresión cultural. Todo el que disponga de un acceso a Internet, tiene a su disposición una fabulosa herramienta para la expresión libre en la que se rompen los esquemas tradicionales de comunicación e información y se aprovecha el inmenso potencial comunicativo de Internet. Por ello este instrumento está siendo utilizado por científicos de alto nivel, académicos de las diferentes áreas del saber, analistas, políticos, periodistas, profesionales de diferentes ámbitos, artistas, deportistas, otros líderes mediáticos, otras personas menos conocidas, jóvenes y adolescentes que cuentan los difíciles avatares sentimentales por los que atraviesa su azarosa vida o los utilizan con fines educativos, pero también por insensatos que los usan para transmitir perversos sentimientos e innobles conductas.
Sin embargo, ¿cuántas personas dotadas de inteligencia, con ideas propias, críticas y con buen estilo literario o artístico ni siquiera tuvieron ocasión de hacer llegar sus pensamientos al reducido grupo destinatario, por ejemplo, de la hoja parroquial o del folleto que anunciaba las ferias o fiestas de su localidad? Pues bien, hoy esas mismas personas pueden hacerse leer, ver, oír por un público supuestamente universal.
Llevamos unos años en que estamos ante la formación y difusión de las ideas, ante la manifestación cultural sin límite ni control alguno de autoridad, ante la expresión de la originalidad, de la pluralidad, de lo alternativo y todo ello con un gran dinamismo. De meros receptores pasivos, con los blogs abiertos, nos convertimos también en emisores y creadores de ideas; de simples lectores nos transformamos en editores; de meros consumidores nos tornamos en productores.
Espero la respuesta de los posibles lectores de este blog. Y, como decía en mi primera entrada, esa respuesta tiene diferentes versiones: la de convertirse en mero visitante/lector anónimo, o mejor, y lo agradeceré, en “seguidor”, pulsando en el "Sígueme" de la derecha o realizando algún comentario en las diferentes entradas que iré generando y, también, haciendo partícipes a otros, pulsando el botón correspondiente de abajo de esta entrada, "Me gusta" o "Tweet", de Facebook, y Twitter. Todas esas serán razones más que suficientes, decía el otro día, para seguir en el empeño.
También informaré puntualmente de cada post nuevo en el blog, a través de Facebook o de Twitter (conviértase en seguidor: @lgaretio).
El blog no pretende mantener una periodicidad marcada de antemano. De unas entradas a otras transcurrirán pocos días, en ocasiones una semana o dos, o más. Tampoco deseo marcar una extensión aproximada de cada uno de los post. Dependerá en cada caso de lo que desee trasladarles.
¿Piensan que el blog es una herramienta de la web 2.0 que se configura como colosal alternativa democrática para la información y expresión cultural?, ¿desde el nacimiento de la web 2.0 (2004), ha perdido el blog protagonismo en cuanto a su eficacia, en cuanto a los resultados esperados?, ¿en el ámbito educativo, edublogs, podemos certificar su utilidad como recurso y medio adecuado para la docencia y el aprendizaje?
Bienhallado en la blogosfera, Lorenzo.
ResponderEliminarPienso que, aunque la conversación se ha extendido, los blogs siguen teniendo su función y espacio (bueno, lo escribe un bloguero, jeje)
La mejor demostración de que los blogs siguen actuales y que no han perdido su capacidad de democratizar el conocimiento es este blog que acabas de crear. Mi generación jamás contó con la posibilidad de tener un sitio donde se encontrara conocimiento interesante y útil al alcance de la mano.
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