Libro de 1985 |
Hace bastantes años (década de los noventa del pasado siglo) me llevaba grandes disgustos cuando en los inicios de Internet en las universidades detectaba textos literales o parafraseados rudamente, de escritos míos que ni siquiera eran citados. Afortunadamente, ya no me llevo disgusto alguno, aún reconociendo que se trata de prácticas detestables. Alguien ante estas prácticas sugiere que, en efecto, la red está llena de piratería. Perdón, esto no es "piratería" en la forma que hoy se entiende. Si yo me bajo ilegalmente de la red una pieza musical, estoy "pirateando" pero no suplanto al cantante, a la cantante o al director de orquesta.
Cuando fotocopio un libro sujeto a derechos editoriales, igualmente estoy "pirateando". Y si ese libro fotocopiado lo cuelgo en la red sin permisos, mayor delito. Sin embargo, en ninguno de esos casos suplanto nada ni a nadie, a no ser que borrase el nombre del autor del texto. En consecuencia, en estos casos si me atrevo a poner mi nombre en la cabecera del libro o artículo de otro, mayor delito. Los juristas lo deben calificar...
Sabias palabras... En algunas generaciones, y en algunos ambientes, la concepción de Internet como red de redes, está formada sobre la base de que todo es de todos. Se olvida el respeto y la justica de lo ajeno, a la vez que se cae en el error de un robo de guantes blancos.
ResponderEliminarEstimado profesor.
ResponderEliminarEn el "bosque de Internet" como usted le llama encontramos de todos. He sido oponente de tesis de doctorado y maestría donde se ha plagiado casi todo, menos el titulo y el nombre del autor, que sería el colmo.
Comprendo su molestia, no por que lean o no, sino simplemente, por ser honestos en citar que lo tomé de esta parte o de la otra. Somos más científicos cuando citamos, que cuando no lo hacemos.
Hace un tiempo escribí en mi blog: http://366-dias.blogspot.com/2011/05/el-plagio-como-olvido-de-citar-la.html Pues ya estaba cansado de decir que copiar sin citar es plagio.
Saludos
Estimado profesor.
ResponderEliminarEfectivamente lo que plantea es una cuestión de ÉTICA y lamentablemente parece que hay muchas personas que han olvidado el significado de esa palabra.
Hoy con los avances de las tecnologías el acceso a la información es abismal pero el uso pertinente de ella es lo que se está quebrantando; y no es que antes no existiera el plagio, es que ahora es más descarada su aparición. Lo más preocupante es que muchas veces la fuente de esa ocurrencia está constituida por docentes e investigadores.
Me pregunto entonces: ¿Cómo puede exigirse a un estudiante que no "copie y pegue" si ni siquiera la práctica apropiada de citar con reconociendo a la autoría, viene de un ejemplo docente? (¡Ojo! y no es que atribuya la culpabilidad exclusiva a nuestras acciones como docentes, pero como protagonistas claves de las transformaciones sociales deberíamos aportar ese ejemplo de ética)
Creo que es momento de insistir, de hacer todos un esfuerzo por abordar estas reflexiones desde todos los espacios posibles, sin acudir solo a los argumentos legales, sino más bien a los éticos, a los que nos hagan sentir lo que siente el otro en estas circunstancias. Es momento de sumarnos a un eco en este sentido.
Un abrazo virtual y saludos cordiales.
Lo invitamos a visitar y escribir en el portal www.plagiosos.com
ResponderEliminar