Acto primera piedra Escuelas V. Guadalupe - Badajoz (1961) |
El pasado 20 de abril se conmemoraron los 50 años de las Escuelas Virgen de Guadalupe de Badajoz y tal como señalé en esa entrada, les estoy transcribiendo íntegramente el texto de la conferencia que pronuncié ese día en el Acto Institucional de conmemoración del medio siglo de vida de esta institución. Lo estoy haciendo en tres partes, en tres entradas de este Blog. En la primera realicé la introducción, contextualicé el tema y les referí sobre "la escuela que no quería". La segunda entrada, ésta que comienzan a leer, la dediqué en la conferencia a referir brevemente los cambios que se han producido en la sociedad, centrando mi aporte en los cambios tecnológicos, y que tanto afectan a la escuela. Terminé la conferencia (será la tercera entrega) con unas breves reflexiones finales. Ahí va ahora la segunda parte. Tras las notas extensas que me sirvieron de apoyo para la conferencia, he tratado de reconstruir todo lo que allí dije, exceptuando las anécdotas y apuntes pegados a la realidad pasada que no entenderían los lectores de este blog.
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Desde que yo abandoné este centro, la Sociedad de la Información (inicio década de los 70) comenzó un avance vertiginoso, sobre todo en los años 90 y los que llevamos de este siglo. Saben ustedes que entre escuela y sociedad, necesariamente se establecen sinergias e influencias mutuas. Difícil sería concretar quién influye más en quién. Los condicionantes sociales penetran la escuela y, a su vez, la escuela, que obviamente no vive en el futuro, sin embargo puede influir en ese futuro para modular determinados desarrollos.
Si hoy reescribiese aquel artículo, no querría una escuela como aquella de la que renegaba. Agregaría otras reservas, pero sin duda, al delimitar la escuela que sí querría, los cambios producidos en 30 años me hubiesen obligado a considerar otras variables sustanciales.
Todo ha sido vertiginoso en estos últimos 30 años desde que abandoné este centro. Pocos años después de marcharme, la información podía ser encontrada, almacenada y combinada por uno mismo. Antes no. Así, además del disfrute de bienes y servicios propios de las sociedades industrial y posindustrial, contábamos ahora con un sencillo e ilimitado acceso a la información. Esta época, como ocurrió en etapas anteriores, cambió las infraestructuras, las formas de vida y, por tanto, la cultura. Algunos hitos: fuego, rueda, imprenta (bombilla, frigorífico, teléfono, TV, coche, penicilina), Internet.
¿Cómo es esta sociedad de la información, del conocimiento, del aprendizaje, esta sociedad red, digital, computacional, cibersociedad, esta aldea global, …
Clase de Educación Física en 1963 |
- El espacio. Antes para vernos y escucharnos se precisaba la presencia, ahora no importa que la comunicación se establezca entre puntos separados entre sí por un solo tabique como que si esta separación sea de decenas de miles de kilómetros, para que sea una comunicación de calidad. Antes la mayoría de las actividades se realizaban en el “aquí”, la presencia era vital para que pudiera establecerse una comunicación de primer nivel. Hoy hay un notable incremento de las actividades que se hacen a distancia con el concurso de los medios telemáticos: teletrabajo, telemedicina, telebanca, teleformación,... (UNED).
- El tiempo. Antes, además del aquí, la calidad exigía el ahora. Hoy se supera esta necesidad. Las comunicaciones síncronas y asíncronas nos ofrece grandes posibilidades.
- Las capacidades personales. Antes las máquinas extendían nuestra fuerza física, como si multiplicasen nuestros brazos y músculos. Ahora con las TIC extendemos nuestras posibilidades mentales y abrimos cauce para otras.
- La velocidad de transmisión. ¿Cómo se transmitían grandes cantidades de conocimiento antes? Dependían del transporte. Ahora los veinte volúmenes de una enciclopedia podrían descargarse, desde un servidor a otros (simultaneidad) en tan sólo unos segundos. El conocimiento es veloz y dinámico.
- El volumen total del conocimiento. Antes el incremento del conocimiento era muy lento. Hoy la abundancia y crecimiento del conocimiento es brutal. A nivel mundial este conocimiento se duplica cada dos-tres años. Cada día se publican miles de artículos científicos y técnicos. Los estudiantes de secundaria que completan sus estudios en los países industrializados han sido expuestos a más información que la que recibían sus abuelos a lo largo de toda su vida.
- El abaratamiento de costes. Los ordenadores son hoy millones de veces más potentes para la misma unidad de costo de lo que eran hace 50 años. Si la industria del automóvil hubiese progresado a este mismo ritmo, un auto costaría hoy una centésima de céntimo de euro e iría más rápido que la velocidad de la luz.
- Los productos. Antes triunfaban los productos de siempre. Lo bueno era bueno (lo mejor) durante décadas. Ahora se prefieren productos cercanos, prácticos, atractivos, flexibles, intuitivos, útiles..., en fin, casi de usar y tirar.
- Los cambios. Antes el mundo cambiaba muy lentamente. Ahora está siendo un torbellino de avances tecnológicos. Probablemente, según señala UNESCO, en las próximas tres décadas se producirán cambios equivalentes a todos los producidos en los últimos 3 ó 4 siglos.
- Los "mass media" y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) lo inundan todo. Antes sólo gozaban de estos medios las élites. Hoy estos medios han penetrado a la sociedad en todos sus ámbitos (hogar, trabajo y ocio) a través de lo audiovisual e hipermedia. Ay, y en la educación?... Todos necesitamos saber utilizar estos instrumentos tecnológicos si queremos vivir en el hoy, estar alfabetizados audiovisual y digitalmente.
- La sobreabundancia de información y facilidad de acceso. Antes teníamos sólo las bibliotecas y para los que podían llegar a ellas. Hoy todo tipo de información se encuentra al alcance de la mano y ello, a golpe de clic, pero precisamente la abundancia de datos que tenemos a nuestro alcance (no todos ellos fiables y bien actualizados) nos hace difícil seleccionar en cada caso la información más adecuada. Estamos llegado a lo que se empieza a denominar proceso de infoxicación.
- Las relaciones sociales. Las relaciones sociales antes estaban centradas en el espacio físico, el ámbito laboral, la familia, los amigos del entorno…, eran las comunidades de toda la vida. Hoy se generan comunidades asentadas en entornos virtuales, desde las que se generan nuevas formas de relación social (redes sociales).
- De la pantalla de cine a la cultura de la pantalla. Antes sólo existía la pantalla del cine. Hoy cada vez pasamos más tiempo antes las diferentes pantallas (cine, tv, pc, tablet, consola, móviles inteligentes,...). Desde ellas trabajamos, nos relacionamos, nos entretenemos, etc.
- Del impreso a Internet. Antes no había Internet. Hoy Internet nos proporciona un tercer mundo, un tercer entorno tras el real y el intrapersonal. Sería el entorno virtual que nos ofrece posibilidades inimaginables para realizar lo que hacemos en el mundo real, además de otras actividades antes nunca pensadas.
- De lo sólido a lo líquido. Antes el conocimiento era sólido ahora es líquido (Zygmunt Bauman). Antes el conocimiento se soportaba en lo sólido: libros, periódicos, cd, discos, objetos tangibles.., hoy el conocimiento, la información se encuentra digitalizada, no es tangible, es "líquida", etérea.
- Los de antes (nosotros) somos hijos de una cultura sólida, la de los siglos XIX y XX. Fuimos escolarizados en un mundo de certezas, de verdades inamovibles. esos conocimientos sólidos eran transmitidos de generación a generación. eran saberes normalmente construidos por minorías, por élites intelectuales. Hoy el conocimiento se construye a través de la inteligencia colectiva, entre todos.
- Antes, en fin, cuando yo trabajaba en Guadalupe, los alumnos aprendían, nosotros enseñábamos. Con lo aprendido, nuestros alumnos ya podían desenvolverse. Hoy para ser útiles a la sociedad, hay que enseñar a aprender, precisamente para poder aprender durante toda la vida. La escuela de hace 50 años lucía más información que la existente fuera de sus paredes. Hoy suele ser al revés.
Uno de los cuatro pabellones del centro |
Todo ello hace que el poder de la información que ostentaba antes el profesor o los libros que sólo se podían consultar en las bibliotecas de los centros, ahora ha dejado de ser dominante. Las 3600 imágenes por minuto con que nos bombardea cada canal de televisión, o las 100 palabras/minuto que nos pueden llegar escuchando la radio, o la cantidad de información que nos llega cada día a través de la prensa, los anuncios publicitarios, nuestras conversaciones, sean presenciales o a través de teléfono, más todo lo que supone de relaciones y ámbito de información el fenómeno Internet, corroboran esa pérdida de relevancia de la palabra del profesor o del texto escrito que se estudia en las escuelas. Y en estos centros ¿nos seguimos valiendo sólo de la voz, de los libros, de las palabras orales o escritas?... Y fuera de la escuela, nos llega información y aprendemos a través de multitud de estímulos visuales e iconográficos.
En la escuela, en la universidad, deberíamos preparar para que nuestros alumnos se adaptasen a su entorno social, creciesen en él y tratasen de mejorarlo. Como docentes, más que transmitir información, deberíamos enseñar a nuestros alumnos destrezas para buscar, valorar, seleccionar, procesar, organizar, asimilar y, si hace al caso, poder recordar esta información. De transmisora de información la escuela y la universidad, han de transformarse en facilitadoras de información valiosa, intermediarias entre los alumnos y el conocimiento. Del aprendizaje por transmisión deberíamos haber pasado a un aprendizaje interactivo, colaborativo, entre pares.
Los cambios van muy deprisa y la escuela nunca se destacó por ponerse a la vanguardia de ellos. Las carencias de la escuela en cuanto a la integración en la misma de los avances tecnológicos las tratan de cubrir a su manera otros agentes. El anclaje de multitud de docentes y de buena parte de las instituciones educativas en esquemas propios de la sociedad industrial está lastrando su incorporación plena a la sociedad del conocimiento. ¿Seguimos enseñando a todos lo mismo de forma idéntica, en el mismo lugar y hora?
El saber y la experiencia de los abuelos ya, y desde hace años, no resuelven los problemas que surgen en el día a día. Alumnos y profesores conviven con la tecnología en todas partes, quizás menos en la escuela, y es normalmente fuera de ella donde los alumnos aprenden a manejarla. ¿No se nos aburrirán en la escuela en contraste con lo que ofrece la sociedad? La escuela y los medios están discurriendo muchas veces por líneas divergentes e incluso excluyentes.
Miren ustedes. Internet va a mostrar más posibilidades y más impacto conforme se haga más global conforme vaya llegando a todos y los nativos digitales dirijan la sociedad. Hoy, por ejemplo, Internet, TV y Telefonía dejan de ser alternativas distintas para integrarse en un solo dispositivo. Incluso existirán muy pronto interfaces más flexibles que romperán las barreras del idioma. En fin, si de 15 años atrás a hoy los cambios fueron impresionantes, los que se produzcan en los próximos 15 serán apasionantes, sorprendentes.
Evidentemente las TIC conllevan otra serie de problemas que hoy no toca enumerar: desigualdades, brecha, dependencia/adicción, control, necesidad de alfabetización, basura e inadecuación de contenidos, nuevos delitos cibernéticos, seguridad, suplantación y falseamiento de indentidades, pérdida de privacidad, aislamiento, monopolios del tráfico, saturación de información, etc.
Como no hay tiempo para grandes detalles, sólo unos breves apuntes referidos a los niños/ adolescentes/ jóvenes de hoy:
- ¿Cuántos niños usuarios de Internet hoy?, en torno al 90%.
- ¿Cuántos con teléfono móvil?, el 68%
Una investigación británica, confirmada en su generalidad por otra de la Fundación Telefónica de España, publicada recientemente, señala respecto a Internet, entre otros datos:
- que el 67% de los españoles son internautas y casi 17 millones acceden a Internet diariamente. De ellos, buena parte niños, adolescentes y jóvenes.
- que por lo que respecta a España uno de cada dos jóvenes españoles necesita Internet para vivir.
- que el 50% de los estudiantes consideran que Internet es un recurso tan vital como el aire, el agua, la comida o la vivienda.
Nuestros estudiantes, niños, adolescentes y jóvenes de hoy manifiestan unas determinadas actitudes, ciertas pasiones, que les hacen muy diferentes a los de aquellos años de los inicios de este centro educativo. Así los vemos hoy:
- Sienten pasión por la tecnología (tecnófilos) y pueden realizar a la vez varias tareas (multitarea)
- Necesitan estar comunicados constantemente. Y esa comunicación permanente exige respuestas inmediatas.
- Sus vidas giran en torno a los dispositivos y aplicaciones tecnológicas tales como móviles, videojuegos, email, redes, en fin, todo lo relacionado con Internet.
- Desde muy pequeños nos sorprenden con el manejo de los diferentes dispositivos: teclados, controles remotos, ratones, reproductores, fotos, vídeos, música, blogs, redes…
- Los lenguajes textual y lineal se les hacen cada vez más duros. Por ello prefieren los lenguajes gráfico e hipertextual.
- La red les aprisiona frente a la “cárcel” de la escuela. Prefieren aprender jugando frente a hacerlo trabajando.
- La concentración continuada les resulta casi imposible, por todo lo antedicho.
- En fin, la generación de hoy (niños, adolescentes y jóvenes) no es como la que yo encontraba en las décadas de los 60 y 70, la de hoy es más autónoma, autodidacta, multitarea, creativa y precoz en el uso de las TIC.
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