En octubre de 2007, publicaba uno de mis editoriales mensuales en el Boletín Electrónico de Noticias de Educación a Distancia (BENED) que titulé Web 2.0 vs. Web 1.0. Retomo aquel texto y lo ofrezco hoy en este blog, con algún leve retoque y adaptación.
-------------------------------
Evolución frente a ruptura |
Hace pocos años, si querías estar a la moda bastaba decir que se trabajaba, conocía o utilizaba la Web 2.0, ese concepto surgido en el año 2004, acuñado por Tim O’Reilly, propietario de la empresa editorial de libros de informática, O'Reilly Media. La idea caló hasta extremos en la opinión pública y todos, autores, usuarios, empresas y proyectos hablaban de la 2.0 y se etiquetaban como tal. Si entonces utilizabas la que los de la Web 2.0 denominaban como Web 1.0, eras antiguo, no social y poco menos que ignorante en este campo. Y esto lo afirmaban algunos cuando la penetración social de Internet era la que era y ya quisiéramos que esa penetración hubiese sabido (supiese hoy) explotar 100% las posibilidades de la denominada Web 1.0, cuando mucha parte de la sociedad mundial, ni siquiera conocía Internet. Es decir, social, social es la escritura, son los signos, el texto… Ahora bien, lo social en este caso se identificaría con la posibilidad casi universal en su uso, otra cuestión es a dónde llegan o pueden llegar los escritos realizados, por ejemplo, sobre una hoja de papel.
Más allá de la realidad que supuso esta nueva generación Web, el marketing, como siempre que surge algo nuevo con previsible impacto social, lo trata de aprovechar y no resultaba entonces raro que autores, empresas, organizaciones, instituciones, etc., se catalogasen, como decíamos antes, como de la generación 2.0. Así se hablaba (se sigue hablando) de herramientas 2.0, contenidos 2.0, empresas 2.0, periodismo 2.0. gobierno 2.0, e-learning 2.0, usuarios 2.0, vida 2.0, etc. 2.0. No sería extraño (decía entonces) que pronto (es decir, hoy) quienes realmente utilizan herramientas 2.0 y manejan los contenidos, informaciones y datos con ese enfoque, quizás prefieran no catalogarse ya con esos dígitos (2.0) dado que otros los estén desnaturalizado. Pues eso, hoy ya sucede esa previsión mía de hace más de seis años.
Algunas preguntas recurrentes que se hacían entonce: ¿trabaja usted con 2.0?, ¿su empresa es 2.0?, ¿basan su sistema de enseñanza-aprendizaje en 2.0? Y, decíamos, habrá que correr, porque cuando nos descuidemos llegará, quizás, la Web 2.5, o la 3.0. Web esta última ya denominada por Markoff (2006) como Web del sentido común al sumar a la Web semántica la inteligencia artificial. Pues ustedes dirán que está pasando más de seis años después.
En enero de 2004, el año que nacía la expresión Web 2.0, señalaba yo en el editorial del BENED de ese mes, al referirme a los beneficios de los sistemas digitales de enseñanza y aprendizaje, es decir, de los sistemas basados en la Web, entre otras ventajas, las siguientes (en 2004):...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escriba un comentario relativo al contenido de la entrada. Se publicará transcurridas unas horas.