Con motivo de mi investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad Virtual del Estado de Michoacán (UNIVIM), institución pública mexicana, en solemne ceremonia celebrada el pasado 26 de mayo en el Patio Central del Palacio Municipal del H. Ayuntamiento de Morelia (México), les transcribo a continuación el texto de mi discurso de respuesta a la Laudatio que realizó sobre mi persona, el Rector de la Universidad Abierta y a Distancia de México (UnADM), el Dr. J. Gerardo Tinoco Ruíz.
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Dignísimas autoridades políticas y académicas, respetable audiencia. Querido Dr. Francisco Cervantes, un honor para mí, compartir este acto de investidura como Doctores Honoris Causa de esta Universidad, un honor por lo que significas para mí, como investigador, académico y, sobre todo, como persona.
Acabo de ser investido como Doctor Honoris Causa por esta institución pública, la Universidad Virtual del Estado de Michoacán. “Honoris Causa”, por causa o por razón de honor me han concedido ustedes la más alta distinción, el título de superior rango académico que una Universidad puede otorgar. No cabe mayor honor para un universitario que el de ser destinatario de un privilegio de estas características, que este curso académico se suma, en mi persona, al nombramiento que mi propia Universidad, la UNED de España, me ha concedido como Catedrático Emérito de la misma, honor últimamente sólo reservado en la UNED a aquellos docentes e investigadores que han destacado de forma especial por la excelencia de sus méritos científicos y docentes.
Ya otras universidades de esta área geográfica también me distinguieron con reconocimientos de Honoris Causa en Argentina y Ecuador, por razones similares a aquellas que hoy me permiten disfrutar de este momento, lo que me une aún más a la causa de la fundamentación, desarrollo y defensa de los estudios universitarios realizados a través de sistemas no presenciales...
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