Lorenzo García Aretio:
Decano de la Facultad de Educación de la UNED. Catedrático de Universidad, de Teoría de la educación y Educación a distancia en la Facultad de Educación de la UNED. Titular de Cátedra UNESCO de EaD.
Por Verónica Inoue
El Decano de la Facultad de Educación de la UNED, Dr. García Aretio, brindó una entrevista exclusiva a LEARNING REVIEW España, en la cual expone su opinión respecto a diversos temas: calidad en educación, desafíos de la educación a nivel pedagógico, beneficios de la integración de las TICs en este ámbito.
Learning Review: ¿Dada su amplia trayectoria en educación -tanto presencial como a distancia-, quisiéramos nos brinde su opinión respecto a cuáles considera que son los desafíos que a nivel pedagógico la educación a distancia tiene por delante?
Lorenzo García Aretio: Al hablar de educación a distancia, queremos enfatizar el componente educativo, pedagógico, de ese quehacer, por tanto nos preocupa que en esta modalidad educativa existan desviaciones u omisiones conscientes o inconscientes, explícitas o implícitas, de los principios pedagógicos, de las teorías pedagógicas.
Cierto que existe una corriente que trata de ignorar, a veces ridiculizar, el saber pedagógico aplicado a cualquier situación de carácter educativo/formativo. Esas posturas no resisten un análisis serio. El educador, si bien, ha de dominar con autoridad, aquellos contenidos y competencias propios de su área de enseñanza, no puede ignorar el cómo desarrollar la especificidad de su labor de docente de educación a distancia, integrando en el modelo los recursos tecnológicos institucionales y los de sus propios alumnos, con conciencia de las oportunidades e implicaciones del uso de las tecnologías en los procesos de enseñanza y aprendizaje. No ha de ignorar cómo puede y debe relacionarse y tratar al que (a los que) aprende(n), y cómo facilitar las relaciones de éstos entre sí, y cómo asumir y ampliar las posibilidades comunicativas de la Red.
Así, en EaD, los desafíos pedagógicos han de centrarse en aplicar esos principios educativos básicos, adaptados a la modalidad y profundizar en las teorías pedagógicas que expliquen y comprendan el hecho de la EaD y regulen la intervención pedagógica. Esos, creo que son los principales desafíos, porque no se hace, no se debe hacer, igual desde la perspectiva pedagógica la docencia presencial que la docencia a distancia y virtual.
LR: ¿El uso de las redes sociales y las herramientas colaborativas se están integrando en varios ámbitos sociales; ¿cuáles cree que pueden ser los beneficios de su uso en la educación?
LGA: Si la educación es algo, es comunicación, es diálogo, sea éste síncrono o asíncrono, vertical u horizontal. La interacción, por tanto, es elemento definitorio del hacer educativo. Y decimos más, interacción sea con los otros (docente-estudiante-docente, estudiante(s)-estudiante(s), docente(s)-docente(s)), sea con los contenidos (contenidos-estudiante(s), contenidos-docente(s)), sea con los recursos tecnológicos, sea con el resto de la sociedad.
Y hoy nadie discute el poder, las posibilidades de las redes sociales para potenciar esos niveles de interacción que potencian las relaciones sociales, el intercambio de información, el debate; en fin, el beneficio mutuo y el enriquecimiento. Y esas relaciones pueden aglutinar afectos pero también mejorar la eficacia del trabajo, los resultados de aprendizaje porque se suelen crear ambientes de relación y trabajo altamente favorables. La espontaneidad de las intervenciones en la redes suele propiciar aprendizajes tanto de carácter formal como los considerados no formales e informales.
Sólo hacer una llamada a los posibles peligros de adicción a estas tecnologías, así como, entre menores, a los contactos no deseables.
Obviamente, los beneficios de las redes debemos extenderlos de forma muy especial a los docentes que pueden encontrar en ellas evidentes vías de mejora profesional.
LR: Según su expertise, ¿cuáles son los requerimientos básicos que debe reunir una propuesta formativa a distancia de calidad -tanto en el ámbito de la educación superior como de la formación continua?
LGA: Tendríamos que elaborar una larga lista de requerimientos, de exigencias o de recomendaciones. Sin embargo como me preguntan sobre los "básico", trataría de entresacar los cinco elementos que señalo a continuación:
a) Contenidos de calidad. Los contenidos pueden enriquecerse gracias a la diversidad de formatos que permiten los sistemas digitales (texto, imagen, audio, vídeo...), integrados en los denominados hipermedia de alto valor interactivo. Estaríamos hablando de contenidos, pero de calidad científica y pedagógica, adaptados a estos sistemas digitales. Y nos referimos, igualmente, a contenidos elaborados específicamente para la acción formativa pretendida. A ellos, obviamente, deberán sumarse otros contenidos complementarios, de elaboración propia o específica, o recomendados, de otros autores así como de diferentes sitios de Internet.
b) Tutoría integral. En estos entornos digitales se obliga a mantener un servicio de tutoría casi permanente para el estudiante. Éste debe tener abierta la puerta del despacho del tutor 24 horas los siete días de cada semana. Al referirnos a tutoría integral deseamos resaltar una acción de tutela que abarque la diferente problemática que encara un alumno participante en estos sistemas, tanto desde la perspectiva académica, de apoyo a la adquisición de las competencias que correspondan, como desde la perspectiva personal, de orientación y ayuda a la resolución de los diferentes problemas no estrictamente académicos que, sin duda, deben afrontar los estudiantes de un curso soportado en la Web.
c) La comunicación multidireccional que hace referencia a una de las virtualidades fundamentales de estos sistemas de enseñanza y aprendizaje en entornos digitales. La constitución de comunidades de aprendizaje soportadas en estos entornos y en las redes sociales se viene mostrando como una de las apuestas más ventajosas de estas nuevas formas de enseñar y aprender. La potencialidad de las tecnologías colaborativas, la Web 2.0, ha dimensionado hasta límites insospechados tanto las posibilidades de aprendizaje entre pares como la comunicación asimétrica entre docentes y alumnos.
d) La estructura organizativa y de gestión, igualmente, ha de adoptar un enfoque específico y muy diferente a los mantenidos tanto en la enseñanza presencial como en la más convencional enseñanza a distancia. Organización de las competencias y tareas docentes, gestión de las mismas, diseño del aprovechamiento de la plataforma o entorno utilizado, gestión del seguimiento personal, académico, administrativo..., y de la evaluación de los alumnos, organización de los diferentes ámbitos de interacción, etc., etc.
e) Finalmente, se haría aconsejable el soporte correspondiente. Lo ideal es contar con una plataforma o entorno virtual que, como mínimo, posibilite anclar allí los contenidos en sus diferentes formatos, ofrecer todas las posibilidades de comunicación vertical, horizontal, síncrona y asíncrona, facilitar los trabajos en equipo, los procesos de evaluación y la gestión de alumnos. Aunque no olvidemos que Internet favorece la posibilidad de acometer acciones formativas con diseños más sencillos y económicos, por no referirnos ahora a los Entornos Personales de Aprendizaje (PLE) de los que últimamente se habla bastante.
Quiere esto decir que, de nada sirven las propuestas formativas que se basan en una fabulosa plataforma o entorno virtual para el aprendizaje, si ésta se encuentra vacía de contenidos, o los allí anclados carecen de calidad o están metodológicamente desenfocados. ¿De qué serviría, por otra parte, contar con plataforma y contenidos si no se dispone de docentes y tutores bien capacitados y dispuestos a desarrollar su acción formativa de acuerdo con unos parámetros propios de esta modalidad? ¿Cuánto valor se perdería si, contando con plataforma, contenidos y tutor, éste no dinamiza al grupo ni aprovecha las posibilidades de interacción y trabajo colaborativo de estas tecnologías? ¿Cómo prescindir, en fin, de los aspectos organizativos y de gestión que implican la división de funciones en el organigrama del programa o curso, la estructura de la propia plataforma y la forma e intensidad del uso de cada una de las herramientas didácticas y de gestión que ofrece la misma?
LR: En una entrevista brindada el año pasado mencionó que en algún momento la educación ya no se diferenciará por "educación a distancia" y "educación presencial". ¿Qué importantes hechos entiende que deben sucederse para llegar a dicho escenario?
LGA: Quizás la respuesta a esta pregunta la he realizado en una de mis recientes entradas en mi Blog "Convergencia Presencia-Distancia":
http://aretio.blogspot.com. Copio algunos párrafos de esa entrada al blog:
"Podríamos preguntarnos, ¿dónde está hoy la frontera entre lo presencial y lo a distancia?, ¿no se está diluyendo, o quizás ya esté diluida?, ¿no se trata más bien de una convergencia de sistemas?, ¿podría una formación universitaria moderna reducirse exclusivamente al contacto profesor-alumno en el aula? Los sistemas a distancia, cierto que dependiendo del nivel de estudios, ¿pueden prescindir 100% de algún contacto presencial, aunque sea en algún momento de la evaluación en estudios oficiales y reglados?, ¿no sería mejor hablar de diferente énfasis que, según modelos, se asigna a la relación presencial y la soportada, por ejemplo, en entornos virtuales de aprendizaje?, ¿no es más cierto que cada vez existe menor salto entre unas y otras experiencias, modelos o formulaciones?, ¿no es más cierto que deberíamos hablar de confluencia o convergencia de sistemas?, ¿no es más cierto que más que contraponer sistemas deberíamos hablar de educación, de calidad de esa educación, sea con énfasis presencial o a distancia".