lunes, 16 de abril de 2012

Educadores (¿seguro?) a distancia

Educadores, profesores, docentes, decentes y profesionales de la educación y la formación, también a distancia. El logro de aprendizajes valiosos y coadyuvantes al pleno desarrollo humano es objeto de cualquier acción formativa que se precie, sea ésta presencial o a distancia, y los docentes, formadores o profesores tienen, tenemos, la misión de ayudar, guiar, dirigir, orientar... a otros en ese proceso de desarrollo personal y logro de autonomía en que se configura la educación.

¿Y esto puede lograrse también a distancia?, ¿o al hacerlo así quedamos en mera instrucción o enseñanza?, ¿con esta modalidad, nos limitamos a la transmisión de informaciones y conocimientos?, ¿o, por el contrario, nos esforzamos en enseñar a interpretarlos, organizarlos, sistematizarlos, asimilarlos, utilizarlos, producirlos, etc.?, ¿y ello mediante acciones docentes individuales o compartidas?...

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4 comentarios:

Claudio Ariel Clarenc dijo...

Estimado Lorenzo.

El siguiente artículo que publiqué hace poco tiempo está relacionado a lo que usted detalla dice entrelíneas, en concreto: actitud y profesionalismo.

http://www.humanodigital.com.ar/seo-smo-community-manager-periodismo-educacion-content-curator-universidad-academia/

Anónimo dijo...

De esto mismo se habla en el artículo: http://aforen.wordpress.com/2012/03/28/la-soledad-del-alumno-online/

Y es que la modalidad formativa no elimina al formador, solo modifica sus acciones. Y desde luego nuestra función está clara: enseñar, comunicar, motivar e incitar al alumno.

Enseñar: los contenidos del curso.

Comunicar: no solo estableciendo canales entre el alumno y el docente, sino también entre alumnos e incluso miembros externos a la acción formativa que puedan aportar al grupo.

Motivar: para que la experiencia del alumno sea en verdad intensa y útil para él.

Incitar: estimulando el autoaprendizaje en el alumno, mostrándole fuentes de búsqueda, técnicas, etc. para que, cuando finalice nuestra acción formativa el alumno pueda seguir aprendiendo por sí mismo, favoreciendo el aprendizaje permanente.

Buen aporte que debe hacernos reflexionar, como formadores y educadores, acerca de cuáles deben ser neustras funciones en cada momento de la acción formativa.

Yesenia-learning dijo...

Convencida estoy que esos siete compromisos deben ser la directriz de la figura del docente que desea formar parte de la educación a distancia.

Él/ella, se convierte en un facilitador al modificar sus acciones, ya que se hace presente y toma relevancia cuando el alumno encuentra en cada uno,
la experiencia de quien se ha enfrentado a la formación en línea, es decir, hacerles ver a través de esa relación virtual, la empatía que apoyará a motivar
e involucrar a cada uno de sus estudiantes en el proceso de aprendizaje.

Agradecida estoy por esa aportación que lleva al análisis y reflexión de nuestro papel.

Carlos Bravo Reyes dijo...

Estimado Lorenzo
Con el incremento de los cursos a (sin) distancia viene el aumento de profesionales que son "buenos" en su campo profesional y eso al parecer es el pasaporte para convertirse en profesores, catedráticos o que se llamen. Esto pasa en lo presencial, pero más en lo no presencial.

Para este tipo de curso, donde el profesor está presente en los medios, en el contenido, en la organización,en todo se exigen profesionales de experiencia, con un alto sentido didáctico y con un buen manejo de los medios.
Saludos