viernes, 21 de octubre de 2022

Dos causas, dos necesidades de ayuda, dos compromisos

Aunque hace algún tiempo que no he escrito en este blog, sí que era propio de todos mis trabajos referirme a la educación y, más específicamente, a todo lo que tiene relación con los formatos educativos no presenciales, así como al uso de tecnologías aplicadas a la educación. Si aquellos que me conocen menos desean saber cuáles han sido mis inquietudes profesionales, pueden mirar aquí.

Y también, conocer algo de lo que fue la dedicación de mi tiempo, fuera de mis compromisos laborales como docente e investigador universitario. Es decir, de ese trabajo que no se paga con dinero, dedicado a "mi causa", la de la educación a distancia en sus diferentes formatos. Recuerdo que algún que otro colega y amigo de allende los mares me definían en una distendida conversación: Lorenzo, te aseguramos que para muchos docentes universitarios en América Latina eres como una ONG de la educación a distancia. Me hizo mucha gracia aquel piropo, así me lo tomé. 

Pero en efecto, más allá de mi trabajo "pagado", he tratado de ayudar dentro de mi campo de saber, a decenas, a cientos diría, de personas ocupadas y preocupadas por una educación democrática e inclusiva, aprovechando las posibilidades, antes, de la educación a distancia convencional, y ahora de estos formatos educativos digitales. Buena parte de ese trabajo altruista lo desarrollé al frente de la Cátedra UNESCO de Educación a Distancia (CUED)Pueden valorar parte de esa mi dedicación, AQUÍ.

Otro proyecto, otra causa, otro compromiso que se ha comido de mi tiempo horas y horas, días y días, ha sido la dirección de la revista científica RIED que por encargo de la AIESAD creé en 1998 y actualmente se sitúa en destacadas posiciones en los rankings internacionales de revistas científicas. Y pueden creerme que este trabajo ha sido, y sigue siendo, ingente y de compromiso generoso y continuado. 

Amigos, ¡cuántas horas nocturnas, cuántos fines de semana, cuánto período vacacional sacrificados por hacer realidad mi empeño de servir a tantas personas que esperaban algo de mí en este campo y área académica! En todo caso, el desarrollo de esas inquietudes siempre estuvo ligado a mi campo profesional.

Muy alejado de esto que acabo de expresar, me vais a permitir que dedique mis próximas dos entradas de este blog a dos temas tremendamente cercanos a mi persona, alejados de lo académico, y que creo precisan de toda la difusión posible, primero para concienciar y, en segundo lugar, para que quienes se sientan interpelados, ayudar en la medida de sus posibilidades.

Es cierto que son muchas las necesidades sociales existentes en el entorno de cada uno e igualmente cierto, que no podemos atender a todas ellas desde nuestra humilde posición. Pero quizás no caemos en la cuenta de que grano a grano se hace granero.

Bien somos conscientes de que nuestras inquietudes no se circunscriben al ámbito profesional, en mi caso, académico, docente e investigador. Somos personas que formamos parte de una sociedad y, más en concreto, de una familia, también de determinados grupos de amistades. Y en esos contextos más cercanos, nos mostramos aún más como somos realmente. Y que conste que soy una persona bastante transparente, igualmente siempre me mostré así, o al menos lo intenté, en mi entorno profesional.

De una u otra forma, me lo preguntaron más de una vez: Lorenzo, dedicas tanto tiempo a esto (estudiar, escribir, investigar, hablar, debatir..., sobre educación a distancia, dirigir la revista, etc.) que, además de estas cosas, ¿tienes otras preocupaciones o intereses? 

Quizás pueda traslucirse algo del valor que le doy a la familia en este discurso que pronuncié en mi último homenaje. Y, amigos, por supuesto que tengo otras inquietudes, e intento ser una persona comprometida, especialmente con lo que más de cerca me toca. A los que están más alejados geográficamente  ya les di, les sigo dando, como indiqué más arriba. 

En estos momentos soy muy consciente de que cuento con muchos seguidores y amigos, de mis artículos, blogs, redes, conferencias, youtube... Bien es verdad que un gran número de ellos están bastante alejados físicamenente de mi residencia habitual en Madrid. Pero aseguro que tantos de éstos, tan distantes, se encuentran emocionalmente, afectivamente, tan cerca o más de mí que algunos de aquellos otros a los que puedo ver físicamente con alguna frecuencia. 

Para los afectos, para concienciar a las personas, para informar, para crear comunidad, para aunar intereses, para enseñar, para aprender, para investigar, para celebrar, para ayudar, para llorar o reir juntos, para..., ¡no existen fronteras físicas!, y mucho menos en nuestra era digital, y de esto sé un poquito.


Pues eso, amigos, hoy aquí no toca hablar de educación a distancia, de inteligencia artificial, de tutoría, de metodologías, de evaluación de investigación, etc., hoy, y en las próximas dos entradas, toca hablar de problemas que entre muchos podemos solucionar o, al menos, mitigar o encontrar soluciones parciales a los mismos.

A dos problemas me voy a referir en las dos próximas entradas de este blog, el primero de ellos afecta a personas mayores y el segundo a niños y adolescentes.

Muchos se preguntarán: ¿pero qué nos vas a pedir, Lorenzo?, porque toda esta introducción es porque quieres algo de nosotros, ¿es así?

Pues, en efecto, estas tres entradas en este blog van enfocadas a informar, concienciar y pedir, sí, pedir. Pero, ¿pedir qué?, pues:

  • Que leas estas tres entradas de este blog;
  • que, por favor, las compartas  con tus contactos, en tus redes sociales, redes de amistades, profesionales, etc.;
  • que ayudes a concienciar a otros sobre estos problemas;
  • que informes a otras personas de que existen estas dos iniciativas;
  • que brindes un gesto de solidaridad, una muestra de apoyo, un reconocimiento...;
  • que aportes un consejo que pueda mejorar aquello que se hace en estos dos proyectos;
  • que ofrezcas una recomendación, un contacto, para que alguien, organismo, empresa, persona, puedan ayudar;
  • que podamos contar contigo o con alguna persona cercana a tí como voluntario en estos proyectos;
  • que si puedes, te asocies para participar y tratar de mitigar el problema;
  • que si puedes, aportes algún donativo o apoyo económico, aunque sea mínimo, a estas causas;
  • que sugieras cualquier otra forma de apoyo que se te pudiera ocurrir..
Amigos, os espero en estas dos próximas entradas:

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